Cuando uno camina por el microcentro tucumano, esquivar al perrito que ladra o a la muñeca que reza, se volvió habitual. Justamente, esa muñeca es la que encabeza las compras para Navidad y es uno de los juguetes que causa dolores de cabeza a los vendedores ambulantes, que no encuentran el precio ideal para las ventas navideñas.
Al parecer, la competencia en los puestos es muy grande y desleal. No hace falta recorrer una cuadra completa para descubrir precios de todo tipo. La bebé que reza, que parece ser verdaderamente la favorita, en algunos puestos piden cerca de $ 200, mientras que en otros sólo 50.
Según el vendedor Carlos Alberto Lescano, las muñecas imitación de Barbie son otro fuerte. En su puesto valen entre 40 y 50 pesos, de acuerdo a los accesorios que traiga. A metros, en otro lugar, las muñecas cuestan entre 12 y 30 pesos.
Otro juguete elegido por los niños es el auto de Toy Story. Hay vendedores que los ofrecen a 40 pesos y otros a 50. Los ambulantes no pueden explicar cuál es el motivo de la diferencia de precios.La principal contradicción aparece con las pistolas de agua. En ninguno de los diez o más puestos de una cuadra hay coincidencias de precios. Unos las venden a 5 pesos, y en otros llegan a cobrar 50.
La historia se repite en los comercios
La competencia no sólo se halla entre los ambulantes, sino que también existe en las jugueterías, que deben abaratar los precios y ofrecer mejores productos para llamar la atención de los compradores. Por ello, los grandes comercios ofrecen un amplio abanico de costos para los distintos productos.
Clásicos como los autitos no pasan de moda y los hay desde ocho pesos. Muñecas de todo tipo y tamaño se pueden conseguir desde 50 a 400 pesos. Según Esteban Watson, encargado de una juguetería, el costo es similar pero la diferencil está en la calidad de los juguetes. LA GACETA©